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- Tener una dieta balanceada con abundante fibra vegetal, como las verduras y las frutas. Estos alimentos ayudan a prevenir el estreñimiento y reducen la incidencia de cáncer de colon y recto.
- Masticar bien los alimentos. Así facilita el trabajo del estómago.
- Evitar comer alimentos irritantes, muy condimentados, muy azucarados o productos que contengan preservantes.
- Cepillarse los dientes después de cada comida y visitar al odontólogo cada seis meses.
- Comer en horas fijas y no rapidamente para poder realizar una buena digestión. En cantidades adecuadas y de calidad.
- Lavarse las manos después de ir al baño y antes de preparar o comer los alimentos; así se previenen enfermedades como la diarrea y el parasitismo.
- Beber diariamente alrededor de dos litros de agua, lo que disminuye el riesgo de contraer cáncer de colon; además favorece la digestión.
- Evitar el uso frecuente de antiinflamatorios o antirreumáticos, pues irritan las paredes del estómago.
- Tomar alimentos muy calientes o muy fríos. Los cambios bruscos de temperatura afectan a todos los órganos.
- Practicar ejercicios físicos diariamente para disminuir la ansiedad y el estrés.