La egestión. Es el proceso en el que las sustancias que no han sido absorbidas por las vellosidades intestinales pasan al intestino grueso. Por dicho órgano se desplaza lentamente una mezcla de sustancias no digeridas, como las fibras vegetales.
La primera porción del intestino grueso es el ciego, que es una bolsa o saco en cuyo extremo inferior se halla el apéndice. Los científicos sostienen que el apéndice es un órgano vestigial, es decir, un órgano que ha perdido su función en el curso de la evolución humana. Hoy no desempeña función alguna.
En el colon, que es la porción más larga del intestino grueso, se realiza la absorción del agua y nutrientes minerales, así como la descomposición de los últimos nutrientes. En esta descomposición intervienen numerosas bacterias que habitan en el intestino grueso. Ellas se alimentan de los nutrientes no absorbidos y, a cambio, fabrican vitaminas K, B12, tiamina y riboflabina, que luego son absorbidas y utilizadas por el organismo.
Después de la absorción del agua, los residuos se compactan y se transforman en heces fecales.
En los seres humanos, el 75 % del total de las heces es agua y el resto está constituido por bacterias vivas y muertas, célula muertas, celulosa y otras sustancias no digeridas.